Con la vuelta al cole recibí varias consultas sobre dónde encontrar mochilas bonitas, duraderas y no tan plasticosas y frágiles como las que podemos encontrar en papelerías y tiendas de deporte. (Manda narices lo rápido que se rompen con la pasta que cuestan.)
Aquí os dejo una pequeña selección de artesanas que conozco por su buen hacer y sus mochilas preciosas. Todas ellas hacen también prácticas riñoneras, que se han convertido en un complemento muy útil para gestionar el tema de las mascarillas y las botellitas de gel en época de coronavirus.
Esmeralda es el alma mater de esta marca que empezó confeccionando portabebés pero ha ido ampliando su catálogo y ahora tiene incluso joyas textiles.
Me consta que los peques adoran sus mochilas personalizadas. Tiene telas para todos los gustos.
Yo tengo un par de productos suyos y son fantásticos.
A esta artesana la tengo muy cerquita y nos conocemos desde hace años. Podríamos decir que nos unió la lactancia. Marian adora ponerle color y diversión a la vida y eso se refleja en todo lo que hace. Sus diseños son desenfadados y únicos.
SI por algo destaca Mara es por las telas que utiliza y como crea composiciones con ellas. Muchas son fulares maravillosos. Desde luego pocas mochilas ganaran a bonitas a las de esta marca.
Tiene varios modelos personalizables según los tejidos disponibles. Yo le tengo muchas ganas.
Por supuesto hay muchísimas más pero estas son las que yo conozco de primera mano. Te animo a buscar entre las artesanas de tu zona y apostar por calidad y piezas únicas.
Si tienes alguna sugerencia para ayudarme a ampliar esta lista, escríbeme y la incluímos de mil amores.